Me gustaría expresar mi indignación hacia la mayoría de medios de comunicación por la cobertura que han llevado a cabo de la tragedia del vuelo Barcelona-Düsseldorf de Germanwings. La palabra que define lo que han hecho es sensacionalismo. Ante la tragedia acontecida, muchos medios, además de informar de lo sucedido, explicaron las historias que se escondían detrás de los pasajeros. Y acompañaron estas historias con fotografías personales de las víctimas. Además, también se han publicado y se han emitido imágenes en las que se ven a los familiares llegando a los aeropuertos con sus rostros llenos de desolación. No puedo evitar pensar en estas víctimas y la poca intimidad que se les da en el momento en que las imágenes se publican. Si echan un vistazo a los diarios digitales alemanes, verán que en ellos las fotos están pixeladas o muestran a los familiares y amigos de espaldas. En este país no respetamos ni la intimidad al dolor. Me siento avergonzada al ver esta cultura que impera en el lugar donde vivo.
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