Miércoles, 17 de septiembre del 2014 Víctor Bosch (Madrid)

Después de vivir en la distancia las últimas tres Diades no entiendo la constante reacción del Gobierno y de los medios con sede en Madrid negándose a pactar una solución, y enrocándose en un no que parece un berrinche. La sociedad española es mucho más abierta y dialogante que eso, o al menos es lo que yo me encuentro en mi día a día en Madrid. Se acusa a los manifestantes de la V de dividir al pueblo catalán. ¿Una opinión puede dividir a una sociedad? Sí, claro. Pero ¿es malo que haya diversidad de opiniones? Hay opiniones encontradas en temas como el aborto, la legalización de las drogas, el matrimonio homosexual, la inmigración, la prostitución... Lo importante no es esconder las diferentes visiones e imponer las del Gobierno de turno, sino mostrarlas, debatirlas, y escoger la que prefiera la mayoría: esta es la base de la democracia, esto es justamente lo que pide la sociedad catalana, decidir libremente su futuro como personas adultas. No quiero convencer a nadie del sí/sí, sí/no, no o voto en blanco o nulo. Quiero que se deje escoger democráticamente a los catalanes su futuro, como hará Escocia. Porque sí, son dos procesos muy distintos, sobre todo porque el Reino Unido ha permitido y consensuado la consulta que reclamaba el pueblo escocés, aun sin estar de acuerdo, ofreciéndoles la libertad de expresión que anhelan muchos catalanes. No puedo más que intentar explicar que estos tres últimos 11 de septiembre he visto la mayor unión del pueblo catalán en mi vida en una fiesta masiva, pacífica e inclusiva.

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