Hemos asistido estos días al muy loable fenómeno de una respuesta antirracista en las redes sociales y los medios de comunicación ante lo sucedido a un jugador de fútbol en un partido celebrado en nuestro país. Dicha respuesta ha traspasado fronteras y se ha hecho extensible a toda la comunidad internacional. Loable. Pero desde el primer momento en que vi lo sucedido, me he hecho esta pregunta: ¿qué ocurriría en el mundo del fútbol y en el de las redes sociales si un jugador que militase en algún equipo de fútbol español y que hubiera salido del armario fuera víctima de un impresentable gesto homófobo equivalente al que hemos visto en esta ocasión? No es muy difícil imaginar qué tipo de objetos le habría lanzado algún energúmeno al campo. Tampoco es difícil imaginar la clase de insultos a los que estaría especialmente condenado este hipotético jugador, todos sabemos que, por desgracia, este tipo de exabruptos homófobos están a la orden del día en las gradas.