Domingo, 23 de diciembre del 2012 Josep M. Corbera (Barcelona)

Tengo una amiga que se quejaba, una vez más, de lo injusto de los recortes en sueldos y pagas y del aprieto vital que le suponía. Esta vez me comentó (trabaja de administrativa en un departamento de la Generalitat) que a finales de este mes les pagaban la parte ya recortada, pero debida, de la paga de julio. Cobrará menos de lo que había calculado. ¿Por qué? Porque calculó la deuda aplicando el IRPF de ese momento, y les han avisado ahora de que les han aplicado el aumento de este impuesto, que entró en vigor mucho después de haber adquirido esta deuda con sus empleados. Total, una burla más. Esta es la sensación que me invade en estos tiempos de crisis. No tienen ningún problema en sacarse de la chistera cartas falsas, conejos o lo que haga falta con tal de tranquilizar y contentar a sus superiores, a los de siempre, para que nada cambie para ellos.

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