Martes, 28 de abril del 2015 Jacobo de Pedro (Toledo)

El 6 de abril circuló por última vez el tren expreso Estrella Costa Brava, que desde 1964 unía Madrid con Barcelona y la frontera francesa. Esta decisión, tomada con evidente nocturnidad y opacidad, no se ha comunicado de ningún modo. Entre España y Francia únicamente queda el AVE Barcelona-París (caro, solo diurno y no tan rápido), el Trenhotel Surexpreso (Lisboa-Hendaya sin pasar por Madrid) y los Cercanías que enlazan Barcelona con la frontera. Y lo más grave: entre Madrid y Barcelona ya solo hay AVE. El Estrella ofrecía un servicio muy económico que ahorraba una noche de hotel y llegaba a destino a primera hora. Su supresión deja aisladas a varias poblaciones no agraciadas por el AVE, y se adopta pese a una ocupación del 100% los días previos. Entre Madrid y Barcelona hay demanda como para mantenerlo. Si no es así, algo se está haciendo muy mal. Resulta intolerable la política todo AVE de Renfe, que desatiende sus obligaciones como empresa pública y olvida al tren convencional: no lo publicita, no invierte nada en él, cada vez llega a menos municipios... En cualquier otro país se moderniza la red convencional y se pone alta velocidad solo como corredor troncal donde la demanda sea muy alta; aquí abandonamos la red convencional y lo llenamos todo de AVE deficitarios que prestan un servicio elitista y pasan de largo por nuestros pueblos, a los que encima les quitamos servicios como el Costa Brava. 

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