Hace más de dos años que en casa recogemos tapones de plástico para ayudar a la Associació Amics d'en Biel. El pasado sábado, fui con mi familia al Camp Nou a ver el Barça-Eibar. En el descanso, fui con mi hija mayor a comprar un par de bebidas y nos las dieron sin tapón. La niña se extrañó, y al explicarle que era por motivos de seguridad, se preguntó si los guardarían. Pero al enterarse de que los tiraban, se puso muy triste. No sabemos si solo los tiran en aquel puesto o en todos, pero con los centenares de bebidas que se venden en cada uno, se podrían reunir miles de tapones para ayudar a muchos niños que sufren alguna discapacidad. No costaría nada poner una bolsa junto a la basura y separar los tapones.
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