Lunes, 9 de diciembre del 2013 Javier Hernáez (Esplugues de Llobregat)

Tengo 29 años y hace siete que me independicé. Eran años de bonanza (había trabajo y sueldos aceptables) y se nos ofrecía una renta básica de emancipación de 210 euros para subrogar los gastos de alquiler hasta la edad de 30 años. Tras conocer a mi pareja decidimos ir a vivir juntos. Fue en el año 2010; con 26 años todavía podía recibir la ayuda durante cuatro años más. Los trámites fueron rápidos y un mes más tarde el ministerio aceptó mi petición. Gracias a aquella ayuda podríamos ahorrar y pensar en un futuro mejor, creíamos. Al año siguiente, entró el actual partido al Gobierno español, y una de las medidas de austeridad aplicadas fue la de reducir la renta básica a 147 euros. A fecha de hoy, tres años y dos gobiernos diferentes después, sigo sin cobrar un céntimo de la renta prometida y aprobada, y la situación es cada vez más difícil e insostenible.

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