Lunes, 25 de mayo del 2015 Patrícia Martínez (Barcelona)

¿Qué sucedería si las vecinas y los vecinos de Barcelona nos organizáramos y celebráramos las jornadas 'Turistas por unos días'? Alquilaríamos bicicletas e iríamos por las mismas calles de la ciudad, todos a la vez, interrumpiendo el tráfico y el paso de los grupos de turistas, a toda velocidad, pegándoles  gritos para asustarlos como si de un juego entre nosotros se tratara. Luego alquilaríamos segways y colapsaríamos de nuevo las calles para que no se pudiera caminar con tranquilidad, porque tendrían que estar atentos para que no atropelláramos a sus criaturas. Las jornadas incluirían entrar con cervezas y ligeros de ropa en hoteles y edificios turísticos, cantar y reírnos escandalosamente, en dos turnos: hasta tarde y desde bien temprano. Nos coordinaríamos con la Guardia Urbana para que cuando ellos les llamen no acudan, y nos han prometido que si alguna empresa de bicis, 'segway', o un grupo de los nuestros les llama, vendrán raudos a proteger nuestra diversión. Nos organizaremos también con bares y restaurantes para que en las horas punta no dejen sentarse a turistas, y con los taxis para que se paren en pasos cebra, o donde sea, a recogernos solo a nosotros. ¿Se imaginan Barcelona al revés? 

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