El camino de ronda que recorre la costa desde el Coll de Balaguer hasta el Delta es uno de los grandes atractivos de las Terres de l’Ebre. Hasta la actualidad, ha sido en gran parte mantenido por voluntarios excursionistas coordinados por la Federació d’Entitats Excursionistes de Catalunya (FEEC), aunque está claro que los voluntarios no pueden hacerse cargo de todas las tareas. Por esta razón, la subvención de 400.000 euros que ha pedido el Consell Comarcal del Baix Ebre para invertir en el camino debería ser una buena noticia. Pero, según como se utilice, puede ser todo lo contrario. Llenar el camino de barandillas de madera u otros artefactos de tipo urbano lo hará menos atractivo, lo empobrecerá. Cualquier actuación pasa por entender que es un camino histórico y que es necesario utilizar técnicas tradicionales de construcción, como la piedra seca.
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