En referencia a la carta 'Las ambulancias no son un coche escoba de borrachos', de Laura Mata (28 de septiembre): en mi época como taxista presencié la concentración de ambulancias duplicadas y de policía en las zonas donde había gente bebida. Quien bebe hasta perder el conocimiento lo hace de forma voluntaria; en cambio, quien sufre un ataque al corazón o una enfermedad grave no desea que le suceda eso. Los sueldos y gastos del personal sanitario y policial los pagamos todos, sobre todo los que no bebemos tanto como para ser rescatados en plena calle.
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