Viernes, 24 de abril del 2015 Candela Valle (Belfast)

Soy periodista, terminé la carrera en el 2013. Sin trabajo y hastiada de tener solo contratos en prácticas mal remunerados, obtuve una beca con la que me vine a trabajar a Belfast, en Irlanda del Norte. Es una ciudad bonita y acogedora en la que cada vez somos más españoles intentando labrarnos el futuro que España no nos ofrece. En Belfast se celebrarán elecciones dentro de poco y todos nosotros podremos votar. No será así en los comicios españoles, donde no ejerceremos nuestro derecho a menos que viajemos a Escocia. La embajada en Dublín se desentiende del problema por estar en otro país. Belfast, capital de Irlanda del Norte, está a dos horas de la capital de la República de Irlanda, pero pertenece al Reino Unido. La división en el norte entre los ciudadanos que querían la reunificación de la isla y los que preferían seguir siendo británicos motivó un conflicto histórico que aún colea. Y esto afecta al derecho a voto de los ciudadanos españoles emigrados en esta parte de la isla, ya que la única solución que nos dan, al no tramitar nuestros votos Dublín, es ir a nuestro consulado más cercano dentro del Reino Unido: en Escocia. Como si esa opción no supusiera tener que comprar un billete de avión, viajar y ausentarnos de nuestros respectivos trabajos. Luego presumirán de que los europeos residentes en España o los nacionales de países con acuerdos que lo permitan podrán votar, pero eludirán que los españoles emigrados no lo podrán hacer a menos que tengan la suerte de contar con un consulado o embajada a una distancia razonable. 

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