Sí, a nosotros también nos han marcado goles en fuera de juego, nos han señalado en contra penaltis inexistentes y nos han castigado por manos involuntarias. Y a la inversa también. Pero por reiterados que fueran los errores, en ningún caso está justificada esa unanimidad intolerablemente cómplice de menospreciar, vejar e insultar al árbitro con toda impunidad. Basta ya de graciosos que presumen en cada campo de lanzar comentarios ofensivos. Cambiemos de actitud y comprometámonos a ver al árbitro como lo que es, el juez que vela porque se aplique el reglamento y una persona cercana que participa en la fiesta que debe ser un partido de fútbol, alguien de los nuestros. Eso sí, solicitamos al colegio de árbitros que intensifique la formación y retire de la actividad a algunos colegiados que demostrado está que no reúnen condiciones físicas, entre otras, para ejercer tan digna responsabilidad. Propongo que establezcamos un día, podría ser en el mes de mayo, en el que antes del pitido inicial se dedique una ovación a los árbitros. No podemos permitirnos estar en fuera de juego
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