Viernes, 28 de agosto del 2015 Pedro Equisoain (Barcelona)

Verano. Tiempo de festivales artísticos de todo tipo. Pese a todo la cultura resiste. También, tiempo de hallazgos y reflexiones. La primera semana de agosto asistí en el Centro Buñuel Calanda al Festival de Cine 22xDon Luis. En la Sección Paralela vi excelentes documentales y cortometrajes. No es la primera vez que tengo la suerte de ver este tipo de producciones, y remarco la palabra 'suerte' porque lo es poder visionar estas obras y también saber que se van a proyectar.
En las salas comerciales va desapareciendo el pase de un corto de calidad, previo al filme programado. Tras estos breves trabajos hay ilusión, esfuerzo, dinero, talento y, sobre todo, futuro. Pido el retorno de estas pequeñas películas, que a veces cuentan grandes historias, a los circuitos y salas de exhibición convencionales. Hay que dar visibilidad a este cine y a las personas que lo hacen. Sin oportunidades, no pasarán de desaprovechadas promesas. Nunca llegaremos a ver las grandes obras que podrían haber llegado a realizar. El cine va más allá de esas producciones de enorme presupuesto y espectaculares efectos especiales. Por encima de todo es arte, un arte muy humano. Defendámoslo y con él la cultura. En ello nos jugamos mucho, bastante más de lo que podamos creer. 

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