Existen dos perfiles de simpatizantes en Podemos: el muy politizado y bregado en movimientos antisistema o partidos extraparlamentarios a la izquierda de IU, y el votante de otros partidos o que se abstenía y que quiere que se acabe con la corrupción y se priorice la política social y no lo encuentra en los partidos tradicionales. Monedero pertenece al primer perfil. Pero tras atacar a los partidos tradicionales, sus loas a Venezuela y Chaves, su radicalismo y las propuestas que, en el fondo, los ciudadanos saben imposibles son un lastre para convertir a Podemos en el partido mayoritario. Mucha gente cansada de PP y PSOE pero que no coincide con esa ideología radical se ha pasado de Podemos a Ciudadanos. En Podemos lo saben, y el proceso de moderarse que ha llevado a la dimisión de Monedero es el único que les puede proporcionar la hegemonía del centroizquierda y la izquierda para sustituir al PSOE y frenar a Ciudadanos.
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