Mi queja hace referencia a la presencia de perros en los parques de la ciudad: simplemente quiero que se respeten los carteles que advierten de la obligación de llevarlos atados en algunas zonas de los parques públicos. Hace unos días tuve una experiencia muy desagradable: fuimos a hacer un picnic en la zona habilitada para ese fin en el Parc de les Aigües, en el distrito de Horta-Guinardó. Aunque en aquellos jardines existe una zona para que los perros puedan estar sueltos, sus dueños los dejan libres por toda la extensión del parque. En la zona de picnic y justo al lado del cartel que indica que deben ir atados, los perros sueltos se meten debajo de las mesas y saltan por encima de ellas y de las personas –sobre todo de los niños– que estamos allí comiendo tranquilamente. Si haces un ademán para apartarlos o les dices algo a sus dueños, te contestan de malas maneras, como si no fuéramos sensibles con las necesidades de los animales. Pero a ellos no les importa que los niños se asusten y que una salida para pasar un buen rato se acabe convirtiendo en un desastre. Creo que habría que hacer todo lo posible para que los ciudadanos cumplan la normativa. Quizá los mismos cuidadores de Parcs i Jardins podrían llamar la atención a dichas personas con el fin de que todos podamos disfrutar de nuestras zonas verdes.
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