Hace 20 años, cuando España firmó el ingreso en la entonces Comunidad Europea, muchos ciudadanos pensamos que por fin se iba a acabar la pseudodemocracia en la que vivíamos. Se harían leyes justas, se acabarían los monopolios, los derechos sociales serían respetados, los salarios se equipararían.... Hoy, 25 años después, estamos desilusionados pues nada de aquello se ha cumplido y estamos peor, pues las diferencias sociales son cada día mayores. La UE es una ficción que no tiene ningún futuro, donde cada país mira por sus intereses porque los políticos se preocupan más por su sillón que por el interés común y el de los ciudadanos europeos. Mientras no haya voluntad común, este proyecto no tirará adelante; mientras no haya voluntad política de ceder poder, seguiremos sin tener peso en el mundo. La UE es hoy un cementerio de elefantes adonde van a parar los políticos nacionales a conseguir privilegios. Mientras no haya un verdadero Gobierno europeo, seguiremos como hasta ahora: decepcionados y sin saber para qué sirve la Unión ni hacia donde se encamina.
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