Hace un mes adquirí una vivienda que, durante años, ha estado gestionada por una inmobiliaria y alquilada a diferentes personas. Los antiguos propietarios jamás tuvieron conocimiento de quién pasaba por el piso, por lo que es imposible acceder a pagos pendientes de recibos como los del agua, gas y luz. Hace un par de semanas procedí a hacer el cambio de nombre en los distintos suministros. En los del agua y la luz había diferentes sumas pendientes de pago. En el caso de la electricidad, el cambio fue rápido y la compañía procederá a reclamar la suma mediante avisos y futuras altas. ¿Por qué en el caso del agua esta política es diferente? ¿Cómo puede ser que un nuevo cliente tenga que asumir la deuda de otra persona? ¿Cómo puede ser que la única opción sea pagar o pagar? Al nuevo cliente solo se le ofrece asumir los gastos del antiguo titular (156 euros) o darse de baja y tramitar una nueva alta, lo que con el nuevo contador cuesta alrededor de 99 euros. Si no hubiese habido pagos pendientes, se hubiera procedido al cambio de nombre con un gasto de cero euros.
Mi única alternativa es pagar o quedarme sin agua. ¿Cómo es que la misma situación no sucede en el caso de las compañías eléctricas? ¿No será que Aguas de Barcelona tiene el monopolio como única compañía del agua y los usuarios no tenemos ninguna alternativa? ¿Está Agbar cobrando dos veces por un mismo concepto, cobrando al inocente y esperando a hacerlo con el culpable?
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