Jueves, 22 de noviembre del 2012 Neus Fàbrega (Sabadell)

Confieso que siempre me atrajo la política, aunque ahora, a mis 66 años, ya no entiendo nada. No acabo de comprender lo que significa la prima de riesgo de la que tanto se habla, y me importa un bledo lo que diga Europa o la señora Merkel con sus injustas políticas sociales. Tan solo me importa lo que veo en la calle y en este mundo que me rodea. Es decir, las enormes diferencias que hay entre los seres humanos. Señores políticos del planeta, no basta con la inteligencia para acabar con esta crisis producida por el poder del dinero y el egoísmo que reina en el mundo actual. España es un hermoso país, lleno de recursos. Ofrezcan a la sociedad políticas justas y equitativas realizadas con el corazón y la inteligencia del bien común. Sí, hay que reducir el déficit, pero no ahogando a los más débiles, sino controlando el despilfarro y la astucia de los poderosos. De este modo, estoy segura de que tal vez saldremos de este túnel y veremos de nuevo la luz. En eso consiste ser político.

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