Martes, 18 de diciembre del 2012 Carlos Rouco Vila (Barcelona)

Artur Mas ganó las penúltimas elecciones con una promesa estrella de su programa: la eliminación del impuesto de sucesiones entre familiares directos. Ahora, el señor Mas quiere traicionar a sus electores resucitando dicho impuesto. Los catalanes volveremos a estar discriminados respecto a los residentes de otras comunidades. Asimismo, muchas familias verán unida al dolor la pérdida económica, al tener que pagar el citado impuesto. Habrá casos de falta de liquidez en que algunas personas tendrán que renunciar a la herencia para poder abonarlo. Este impuesto tampoco tiene en cuenta que el esfuerzo del ahorro no lo hace solo la persona que obtiene los ingresos económicos, sino el conjunto de la unidad familiar. Al expolio fiscal que sufrimos por parte de Madrid, un déficit fiscal insostenible, se unirá el de la Generalitat. Por tanto, si el señor Mas reinstaura este impuesto, perderá toda la credibilidad y fiabilidad de muchos catalanes.

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