Domingo, 4 de octubre del 2015 Javier Márquez (Barcelona)

Quiero presentarles una situación de la cual soy partícipe al igual que muchos inmigrantes en este país. Me llamo Javier Márquez y tengo 27 años. Soy venezolano e Ingeniero Civil. Llegué a Madrid el 28 de abril, con ilusión y unos 500 dólares. Huía de una realidad que no me brindaba estabilidad para desarrollarme personal y profesionalmente. ¿Cómo vivir en un país como Venezuela, donde el salario no te alcanza para comer 15 días? ¿Cómo vivir en un país donde los ciudadanos son víctimas potenciales de un delito? ¿Cómo vivir en un país donde la solución a los problemas es sumarse a la corrupción? Sin duda no es algo que quería para mí, así que al poco tiempo tomé la decisión de irme.
En Venezuela, mi título universitario se convirtió en un adorno. Conseguir un trabajo en la empresa privada es complicado. En la pública, también. Lo que importa no es la experiencia o las capacidades, sino pertenecer o no al partido de gobierno. Varias veces me encontré que en la entrevista me preguntaban si tenía el carnet que me identificara como tal. Dudo de que mis habilidades como profesional vengan dadas por si soy o no simpatizante de una ideología política. Esta fue una de las razones por las que decidí irme.
Me vendieron una España en crisis, pero al llegar aquí me encontré con un mar de posibilidades para poder salir adelante. Han sido muchos los establecimientos y los puestos a los que me he postulado y la respuesta se ha vuelto denominador común: "¿Sin papeles? No podemos hacer nada". 
Solo pido una oportunidad. Espero que pueda encontrar algo de ayuda y así salir de la complicada situación en la que estoy. Siento admiración por este país y tengo muchas ganas de poder aportar algo.

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