Cuando veo a Miquel Iceta en los medios de comunicación, constato que, más que explicar qué se propone hacer, se centra en criticar la candidatura Junts pel Sí. Será que tiene mucho que decir pero poco que ofrecer. Afirma que Junts pel Sí no tiene programa. No es poco alcanzar una situación donde podamos decidir independientemente en todos los aspectos en lugar de pedir permiso a un Estado español que boicotea continuamente nuestras decisiones. Iceta ofrece un federalismo que si ahora Pasqual Maragall pudiera contestarle, seguramente le sacaría los colores. La propuesta de Maragall, en el 2005, era un paso adelante, pero la de Iceta es una huida al mundo de los cuentos. Si el federalismo lo forman diferentes organismos que se asocian delegando algunas libertades o poderes propios a otro organismo superior, ¿cómo se puede hablar de federalismo cuando tenemos que pedir permiso para todo? El federalismo se basa en la libertad, no en la sumisión. España no querría federarse y poner en riesgo el 20% de su PIB, aportado por Catalunya. PP y PSOE, de la mano desde el 2007, no hacen otra cosa que recentralizar el Estado.
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