Facebook y Apple ofrecerán a sus empleadas congelar sus óvulos para que la maternidad no les impida triunfar como profesionales. Una vez más, la maternidad se adapta a las empresas y no al revés. ¿Cómo es posible que todavía hoy tengamos que hacer malabarismos para adaptar la reproducción al sistema productivo? ¿Cómo puede ser que muchas mujeres nos planteemos renunciar a ser madres por culpa de nuestra situación laboral? Que no nos vendan que Apple y Facebook lo hacen para ayudar a las mujeres. El problema principal subyace en iniciativas como esta: la maternidad sigue siendo un obstáculo. No hemos creado empresas a medida de nuestra condición humana, sino al contrario: amoldamos nuestras etapas vitales, entre ellas la maternidad, a un sistema artificial que nos exprime hasta la última gota de energía. Necesitamos flexibilizar, no renunciar. Integrarnos y no apartarnos. Que la maternidad no quite prestigio al talento.
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