Tengo un perro y frecuento con él el parque de Diagonal Mar. Según la normativa municipal, solo lo puedo llevar suelto en la zona del pipicán. Un pipicán que es una vergüenza. No se fumiga con la frecuencia que se debería, los perros pequeños se escapan por debajo de la valla o entre sus barrotes y cuando llueve se forman charcos, entre otros problemas. Por todo ello, muchas veces paseo por el parque con mi perro suelto, ya que este camina a mi lado y, como mucho, a veces corre un poco por el césped.
Pues bien, cada vez que el responsable de Parcs i Jardins me ve, incluso llevando el perro atado, me dice que no podemos estar allí, que vayamos al pipicán, e incluso llama a la Guardia Urbana con acusaciones falsas de que hay perros peligrosos que dañan el entorno. El acoso es constante y muchas veces nos habla con un tono amenazante.
En el césped del parque se celebran constantemente fiestas de cumpleaños, los niños defecan en los matorrales, se hacen botellones, partidos de fútbol y bádminton para los que se clavan redes en el suelo, y luego se dejan desperdicios tirados. Y ninguna de estas actividades es censurada. Nos sentimos acosados por el simple hecho de tener un perro.
Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí
Envía una carta del lector, opina sobre la actualidad y haznos llegar testimonios, denuncias y sugerencias para publicar en la edición impresa y en la web.
MOVILIDAD - Alessandro Malfatti (Barcelona)
SERVEIS - Enric Alfonso (Salou)
BARCELONA - José María Mateo (Santa Coloma)
ACTUALIDAD - Pablo Fuentes (Valladolid)
POLÍTICA - Antoni Tort (Barcelona)