Sábado, 17 de octubre del 2015 Javier Muñoz (Yecla)

Qué difícil es prosperar incluso cuando los tiempos son prósperos, ¿no es así? No, no lo es. Cualquiera puede salir adelante en cualquier momento. En el caso de los criminólogos, no es que no podamos solos, pero necesitamos que la sociedad gire sus miradas hacia nosotros y vea nuestros trucos de magia, que no son más que conocimientos y técnicas útiles que acabarán por resolver muchos de sus problemas. Desde las instituciones públicas al más humilde de los abogados, pasando por comunidades de vecinos, colegios y cualquier colectivo o particular, el criminólogo aporta conocimientos muy útiles de la sociedad, como la prevención del crimen, la detección temprana del bullying y el mobbing, la reducción de la criminalidad, el tratamiento de la delincuencia, el delincuente, la drogadicción, la violencia o el comportamiento antisocial en niños, adolescentes y adultos, por no hablar de la Criminalística, los informes criminológicos (siempre al tanto de los errores que otros cometen) o la investigación. Si la sociedad podía crear un profesional ultrapreparado, seguramente ese es el criminólogo. Pero, ¿cuándo se van a dar cuenta? Como criminólogos, solo queremos solucionar sus problemas. Como ciudadanos, particulares y empresas, les toca a ustedes dejarnos hacerlo.

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