Lunes, 29 de junio del 2015 Carlos Urkiola (Barcelona)

 Tras la negativa del señor  Xavier Trias a unir las dos redes de tranvías barcelonesas, el nuevo consistorio  parece haber entendido que dicha unión es lógica y necesaria para la ciudad. Por mi parte, desearía aportar algunos aspectos y beneficios que supondría este enlace. Los tranvías disponen de una capacidad mayor que los autobuses ya que pueden circular acoplados, como ya vienen haciendo puntualmente, y pueden transportar a 436 personas (128 sentadas). Mientras que la velocidad comercial del tranvía es de 20 km/h, la del autobús es tan solo de 12 km/h mientras que la de los autobuses de la nueva red ortogonal no supera los 13 km/h. Y la aceleración del tranvía, superior a la del autobús, supone menos tiempo de obstaculización en un cruce de calles. El tranvía ofrece una  mayor comodidad al viajero: seis puertas totalmente accesibles para personas con movilidad reducida y coches de bebés, y un  desplazamiento más suave. Por otro lado,  capta nuevos tráficos (como las redes del Trambaix y Trambesòs). Es mucho más económico que el metro. ¿Se han preguntado cuántos fluorescentes funcionan cada día en el metro? ¿O cuánto cuesta el mantenimiento de túneles, ascensores, escaleras automáticas? Por otro lado, la vida útil del tranvía casi dobla la del autobús. Además, los últimos avances tecnológicos permite a los tranvías circular sin catenaria, lo que evita el posible intrusismo de los cables en lugares emblemáticos y desplazar arbolado.

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