El pasado 17 de febrero falleció Jordi Mas, un gran amigo. Era ciego y tenía un perro guía. En una ocasión no le dejaron entrar con su perro en un hospital a ver a su madre y lo tuvo que dejar en el coche, por lo que sufrió un golpe de calor y murió... Fue en los años 80. Ante tal injusticia y dado que en aquel momento su entrada no estaba permitida en ningún sitio, nos dispusimos a hacer una cruzada para que las leyes cambiaran y la gente supiera lo que representa un perro guía.
Nadie nos quería escuchar: ni la Administración ni la gente de la calle, por desconocimiento. Mas creó la Associació de Gossos Pigall de Catalunya (independiente de la ONCE). Era un idealista: quería también que hubiera una escuela para perros guía en Catalunya. Esto último no lo logramos, pero sí conseguimos impulsar un decreto ley (junto con Manel de la Cruz y Josep Maria Llop Rigol) pionero en Europa, que fue aprobado por todas las fuerzas políticas del Parlament. Todos los derechos y obligaciones de los perros guía se los debemos a él. Por ejemplo, el hecho de que se les permita entrar en restaurantes, cafeterías, cines, transportes
públicos...
Fue muy difícil, costó mucho, pero lo logramos. Muchas gracias, Jordi.
Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí
Envía una carta del lector, opina sobre la actualidad y haznos llegar testimonios, denuncias y sugerencias para publicar en la edición impresa y en la web.
MOVILIDAD - Alessandro Malfatti (Barcelona)
SERVEIS - Enric Alfonso (Salou)
BARCELONA - José María Mateo (Santa Coloma)
ACTUALIDAD - Pablo Fuentes (Valladolid)
POLÍTICA - Antoni Tort (Barcelona)