Martes, 21 de abril del 2015 Mireia Clotet (Barcelona)

Llego por fin a casa. Los tertulianos hablan de Rato, en la radio se escucha Rato, en el trabajo discutían también de Rato, en el bar hojeando la prensa sobre... Rato (confieso que primero leo el horóscopo), me asomo al balcón y oigo que las vecinas hablan de él, el tal Rato. No entiendo mucho  de  política, ni soy experta en temas financieros, más allá del fin de mes y calcular el tanto por ciento que debo al banco. Entre agobios, pienso para mis adentros: "Jolín con el tal Rato", y busco en San Google Wikipedia: «Rodrigo de Rato y Figaredo (Madrid, 18 de marzo de 1949), conocido como Rodrigo Rato, es un político español del Partido Popular (PP) licenciado en Derecho. Fue vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía entre 1996 y el 2004, durante el gobierno de José María Aznar. Ocupó el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional hasta su dimisión el 19 de junio del 2007; dirigió el grupo financiero Bankia entre el 2010 y el 2012 y actualmente desempeña el cargo de consejero asesor para Latinoamérica y Europa de Telefónica» Y no sabría decir si río o lloro un rato, puesto que mis lágrimas son aún sin créditos ni préstamos y aún puedo escoger  si son de risa o de pena.

Cursé EGB e hice catequesis y creí y crecí en los fundamentos de la honestidad, la voluntad, la capacidad de servicio, el bien al prójimo, compartir con los demás... Quizá el poder conlleva un trastorno de personalidad (no momentánea, porque ya llevan mucho con ello). Quizá el poder se sube a la cabeza, embriaga la razón y anula el alma. Solo pido clemencia: ¡por favor, no demos más vino a los ebrios!

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