Domingo, 21 de diciembre del 2014 Xavier Roa (Barcelona)

Iba a pedir un cortado, así a secas, en el bar de un hospital. El camarero preguntó a la señora con bata blanca que estaba delante de mí qué quería tomar, llamándola "doctora".  Ella respondió "un café con leche descafeinado largo y con leche de soja natural". El camarero se lo sirvió, aunque tardó un poco, ya que ninguna de las cinco jarras tenía leche de soja natural. Ella, sin agradecerlo, se fue con el café en la mano y la espalda erguida. No por ser médico se te debe llamar doctor; transmite sensación de inferioridad, y aquí todos somos personas y el trato debe ser de igual a igual. Segundo, ejercer una profesión a priori de más responsabilidad no conlleva que te sirvan lo que quieras y como quieras, para eso tiene uno su propia casa. Y tercero, la educación y el respeto son independientes de la jerarquía laboral, así que un "gracias" no está de más.

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