Jueves, 10 de octubre del 2013 David Uriach (Gualba)

La publicación de los resultados de la encuesta PIAAC de la OCDE ha abierto de nuevo la caja de los truenos acerca de los diferentes modelos educativos que se han ido sucediendo en nuestra sociedad. Los medios de comunicación han contribuido a avivar el fuego con grandes titulares en los que unos y otros se acusan mutuamente de la responsabilidad política del fracaso escolar y en los que subrayan la carencia de formación de la población española. El resultado de este debate no hará más que poner en bandeja al ministro Wert argumentos para su polémica LOMCE. Vayan por delante dos premisas: en primer lugar, considero que el sistema educativo es mejorable y, en segundo, soy escéptico ante los números fríos y sacados de contexto de una estadística. 
Dicho esto, ha llegado el momento de sacarle los colores a todos aquellos que, por cuestiones ideológicas o por desconocimiento, alaban los modelos educativos pretéritos; a aquellos que se afanan gritando orgullosamente que en su época los estudios eran mejores; a todos los que, aferrándose a una cifra del informe PISA, aprovechan para menospreciar el trabajo de todos los docentes. A todos estos les recuerdo que el informe PIAAC estudia a la población de entre 16 y 65 años, por lo que los datos se refieren a la población nacida entre 1948 y 1997, si las pruebas se realizaron en el 2013. ¿Cuántos nacidos en este periodo pueden decir, según los resultados, que en su época era mejor? Si a vosotros os fue bien, parece que a muchos coetáneos vuestros, no. Como ahora

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