Nuevo naufragio en el Mediterráneo, Esta vez con al menos 700 víctimas mortales. Como tantas veces –las dos últimas a principios de esta semana–, los europeos permanecemos indiferentes. O al menos así están nuestro representantes electos, de derechas o de izquierdas, de los países del norte de Europa o de los del sur. Permanecemos indiferentes cuando solo en esta semana han muerto más de mil personas. Solo las ONG (Cruz Roja, Human Rights Watch…), ACNUR y el papa Francisco son sensibles a estos naufragios masivos, aunque también es cierto que las guardias costeras de Italia y de Malta tratan de afrontar cada naufragio, no tanto prevenir que ocurran. Ya en camino de superar en 2015 los más de 3000 fallecidos de 2014, ahora parece que Europa se mueve (Federica Mogherini está movilizando a los ministros de Asuntos Exteriores), pero la sensación es que más por decoro que no por voluntad expresa de acabar tanto con el drama como con las mafias organizadas. Mala señal cuando se han de reunir esos ministros para acordar las acciones a tomar, o cuando no hay un plan de acción ya diseñado. Mientras la jefa de la Diplomacia europea pide reuniones, el papa Francisco pide acciones inmediatas. Curiosa Europa. No es la primera vez que se muestra indiferencia ante una tragedia, también lo hizo con la masacre reciente en la Universidad de Garissa (Kenia). Esa indiferencia se nutre de la ausencia de intereses económicos o estratégicos.
Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí
Envía una carta del lector, opina sobre la actualidad y haznos llegar testimonios, denuncias y sugerencias para publicar en la edición impresa y en la web.
MOVILIDAD - Alessandro Malfatti (Barcelona)
SERVEIS - Enric Alfonso (Salou)
BARCELONA - José María Mateo (Santa Coloma)
ACTUALIDAD - Pablo Fuentes (Valladolid)
POLÍTICA - Antoni Tort (Barcelona)