Sábado, 30 de mayo del 2015 Jordi Bufurull (Barcelona)

Acabo de leer la magnífica obra de Josep Fontana 'La formació d’una identitat', en la que de manera magistral relata cómo ha sido la relación de Catalunya con Castilla primero y con España después. También, cómo se ha conformado social y económicamente Catalunya a lo largo de la historia.  Entre líneas se ve un triste hilo conductor: Castilla y España siempre nos han despreciado y exprimido con la connivencia de las élites económicas de nuestro país. Parece que ahora, por fin, esto se ha acabado, y que la ciudadanía catalana se ha dado cuenta de la imposibilidad de entenderse con el Estado. Y de que más allá de diferencias culturales, está el trato ignominioso que se da a la economía catalana, que afecta a todas las clases sociales y a las estructuras básicas para funcionar como colectivo. 

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