Lunes, 1 de julio del 2013 Cristina García (Sabadell)

Soy usuaria de la línea R4 de Rodalies y me afectan las huelgas de la empresa. Cuando anuncian una, me preparo un desplazamiento alternativo. Creo firmemente en la necesidad de no ceder ante la injusticia pero, ¿los trabajadores de Rodalies creen que disminuyendo el número y la frecuencia de los trenes están fastidiando a sus jefes? No son los directivos los que sufren los retrasos y las incomodidades que provocan las huelgas, sino los usuarios que utilizamos el servicio. Les voy a dar una buena idea para que sus jefes noten los efectos de las huelgas: abran las puertas y los tornos de acceso al tren. Es la única manera de que el viajero no pague las consecuencias. Si los usuarios hacen uso del servicio pero no pagan por él, los beneficios de la empresa se resentirán y ustedes dejarán de amargar el día a los miles de trabajadores que vamos en tren cada día.

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