Lunes, 20 de octubre del 2014 Ivan Docón (Sant Fost de Campcentelles)

Me quedé huérfano a los nueve años. La Seguridad Social tardó años en concederme la pensión de orfandad. Me informé de si tenía que pagar impuestos y el funcionario de Hacienda al que pregunté me dijo que no era contributiva y me olvidé del tema. Siete años después, en el 2008, me embargaron la cuenta del banco. Había sido Hacienda. Me dijeron que debía impuestos atrasados e intereses acumulados por la pensión de orfandad. A pesar de que llevo 20 años viviendo en el mismo sitio estuvieron enviando las notificaciones a una dirección de la localidad vecina de donde yo vivía. La única relación que tenía con esa dirección era que la calle se llama como mi madre, pero en masculino. Hacienda no sabía de dónde había salido el dinero, a pesar de que me lo había pagado la Seguridad Social. Tuve que remover cielo y tierra para conseguir la documentación que demostrase la procedencia del dinero. Perdí la primera reclamación por el tecnicismo de no estar dentro de plazo para reclamar, ¿cómo iba a estarlo si no se me notificó nada nunca?  Ahora estoy esperando la segunda reclamación por apelación. Estoy en paro desde hace casi tres años, hace tiempo que dejé de tener ingresos, vivo de la caridad de mi familia y encima tengo que ver cada día casos de evasión fiscal por parte de grandes fortunas y cargos públicos. ¿Cómo puede ser que Hacienda se tome tantas molestias contra alguien como yo que nunca he llegado a cobrar lo suficiente como para tener que hacer declaración de la renta?

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