Jueves, 14 de febrero del 2013 M. A. Valls (Barcelona)

Desconozco muchas de las interioridades de los presupuestos de la Administración. Soy muy crítica con la malversación de fondos públicos, pero siempre me he mantenido al margen de los presupuestos de los partidos politicos. Allá ellos con su dinero... Pero ahora me he enterado por los medios de comunicación de que el PP, en la publicación de sus cuentas, atribuye un 95% de sus ingresos al aporte económico del Estado, es decir, de nuestros impuestos. Imagino que en proporciones parecidas están el resto de partidos. Me indigna y mi indignación crece aún más tras ver la información que aparecía ayer en EL PERIÓDICO, en la que se revelaba un gasto de 69.252 euros, en el 2009, en pagos a detectives contratados por el PSC. Más allá de las corruptelas, hay otro aspecto en el que incidir: cuando nuestro país padece una crisis que aboca a millones de ciudadanos al desempleo, a perder sus casas, a recortar en lo elemental, ¿nuestros partidos políticos gastan nuestro dinero en espionaje e intrigas?

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