Sábado, 22 de noviembre del 2014 Carla Fernández (Barcelona)

La llegada del virus del ébola a España causó mucha polémica por las críticas a la gestión del Gobierno. Gracias a los recursos con los que cuenta España, fue posible paliar la enfermedad, controlarla e incluso curarla, como fue el caso de Teresa Romero. Ahora, el Gobierno pretende aumentar las medidas de seguridad en los aeropuertos y puntos de entrada a España para impedir que entre cualquier persona infectada. Gastar dinero en aplicar protocolos de seguridad no va a solucionar el problema, puesto que el foco de este virus es África, donde la epidemia de ébola avanza imparable a lomos de la falta de recursos económicos y sanitarios. Ese es el verdadero problema: el primer caso de ébola se produjo en África en 1976 y desde entonces no había removido conciencias hasta que el virus llegó a los países desarrollados. Es ahora cuando los gobiernos se movilizan y comienzan a tomar medidas al respecto. Es obligatorio preguntarse si vale lo mismo la vida de un africano que la de un europeo y si cuando remitan los casos de ébola en Occidente alguien se acordará de las personas que mueren cada día por el virus en África.

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