Jueves, 27 de agosto del 2015 María Antonia García (Barcelona)

Me parecen muy bien las pautas de sobriedad del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pero  ¿cuánto se ahorraría el Estado si todos los que han tenido un cargo público cobrasen solo una pensión o el sueldo correspondiente y se eliminasen prebendas, privilegios y extras, para evitar tanto dispendio y desigualdades? Y a los diputados, senadores, eurodiputados... ¿se les descuentan del sueldo los días y horas que no acuden al trabajo injustificadamente, como le ocurre a cualquier otro trabajador? Y las Instituciones Judiciales, como el Tribunal Constitucional, ¿no tendrían que resolver con celeridad los casos, como dice la Constitución, "sin dilaciones indebidas"? Y sobre todo los más vitales, que llevan años sin resolverse. ¿Dónde están la eficacia y la justicia? Queda poco tiempo, pero si ponen empeño y responsabilidad, se pueden enmendar todavía muchas cosas.
 

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