Quisiera informar a la nueva alcaldesa de Barcelona de la asistencia médica que reciben los empleados de su ayuntamiento con más de 20 años de antigüedad. Estos trabajadores, a pesar de cotizar a la Seguridad Social como cualquier otro, no reciben la asistencia del Catsalut, sino de un servicio pseudoprivado llamado PAMEM con el sobrecoste (reconocido) que conlleva, no tienen derecho a la asistencia de tipo general (ambulatorios y red pública sanitaria) como el resto de ciudadanos y, en el caso de salir fuera de Catalunya, no pueden hacer uso de la Seguridad Social sino de una mutualidad privada. Y lo más grave es que hay empleados que, como mi marido, han solicitado su pase al Catsalut y el ayuntamiento se lo ha denegado, obligándoles a continuar en el PAMEM a pesar de ser un sobrecoste para la administración de forma inexplicable en una época de recortes como la actual, cuando todo ese dinero se podría dedicar a mejorar la sanidad pública o a gastos sociales con la cantidad de necesitados que hay.
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