El 2 de agosto del 2014 mi marido sufrió una crisis. No sabían si era un ictus o una gran subida de tensión. Una vez superada, lo derivaron al neurólogo, en Berga. Le dieron hora para casi un año después: el 11 de junio del 2015. Mi marido tuvo dos crisis más. En la más fuerte, tras 20 horas en Urgencias del Hospital de Sant Pau, lo visitó un neurólogo. Diagnóstico: epilepsia amnésica. Descartaron ictus y alzhéimer. Le dieron visita preferente: 28 de mayo del 2015. Ganamos unos meses. Luego me tocó a mí: el mes de marzo me levanté con problemas cutáneos en piernas, brazos y manos. Diagnóstico: Psoriasis guttata. Mi doctora me derivó al especialista, como preferente. ¿Fecha? En junio. Como la cosa iba a peor, acabé en Urgencias del Hospital de Sant Pau. La atención también fue maravillosa. Pero, ¿qué haré hasta que tenga la cita preferente? No critico a los especialistas, sino al sistema.
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