Jordi Pujol siempre presumía de tener sólidos valores éticos y arraigados principios cristianos. Y, de hecho, su Fundació reservaba un espacio entero para la religión y la espiritualidad. Incluso en un artículo del año pasado el Centre d’Estudis Jordi Pujol se refirió a la evasión de impuestos desde el punto de vista cristiano con el esclarecedor y categórico título de Evadir impuestos es pecado, haciéndose eco de declaraciones de la Iglesia italiana. Si hacemos caso al artículo de su propia Fundació, el exhonorable y su familia deberían tener materia de confesión bien abundante. Y no tengo nada claro lo del propósito de enmienda, la devolución de lo sustraído y el dolor del pecado.
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