Quiero expresar mi indignación respecto a una moda que se expande: contratar becarios como mano de obra barata. Muchas empresas se aprovechan de la situación actual para ocupar las plazas vacantes. ¿Por qué hacer un contrato indefinido si puedes tener a un o una joven sin cotizar y cobrando una miseria? Me quejo, pero si yo fuera un empresario seguramente también ficharía becarios: son jóvenes, ambiciosos y tienen ganas de demostrar lo que valen. Un becario recién graduado llega a la empresa con energía, con toda la ilusión de una vida laboral por empezar. Pertenecen a la generación JASP ("jóvenes aunque sobradamente preparados"), pero aun así te quitarán de encima todas las tareas que nadie quiere hacer, con el consuelo de que «por algo se empieza». Tienen iniciativa y aportan ideas frescas. Carecen de experiencia pero la compensan con esfuerzo, mucho más motivados que un trabajador acomodado y quemado por la rutina. Y lo más importante, para el empresario son mucho más baratos de mantener que un trabajador corriente. Mucha suerte tiene aquel a quien le pagan una tercera parte del sueldo justo por hacer una jornada completa. Con todo esto, ¿quién no querría tener becarios en su empresa? Antiguamente un becario hacía la función de aprendiz: aprendía un oficio para, en un futuro, dedicarse a él. Hoy en día, los más considerados te sueltan un «existe la posibilidad de incorporación, pero no te aseguramos nada». A trabajar los meses que toca y luego, el siguiente.
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