Martes, 19 de agosto del 2014 Joan Llopis (Sant Andreu de la Barca)

Los comentarios basados ​​en el desconocimiento de la sociedad catalana proferidos desde el nacionalismo español han fortalecido el independentismo. Y, con razón y desde la razón, nos hemos quejado. Queremos una sociedad menos corrupta y más justa, más nuestra. Con unos buenos ingresos, es muy fácil pontificar sobre los sacrificios que tendrá que hacer la parte más indefensa de la sociedad. Jubilados y funcionarios ya hace tiempo que hemos visto reducidos nuestros salarios y derechos. Nunca he entendido que quitar derechos mejore la economía. Creo que sí lo haría disminuir los beneficios de los bancos que hemos rescatado con nuestro dinero, o hacer que las grandes fortunas paguen los impuestos que les corresponden, o que evasores y defraudadores devuelvan lo que ilegalmente se han apropiado. Cuando la portavoz de ERC, Anna Simó, habla de los "pequeños sacrificios"que exigirá la independencia, hace suya la estrategia de los españolistas y posiblemente alimenta el efecto contrario al que persigue. Basta de pedir. Ofrezcan algo que nos parezca justo. 

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