Collboni acusa a Colau de pactar con los independentistas en BCN y en el Parlament

El PSC ha reiterado este domingo que no apoyará los próximos presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona y ha denunciado, al igual que lo ha hecho Ciudadanos (Cs), que la alcaldesa Ada Colau planea conseguir los votos de los independentistas en la ciudad a cambio del respaldo de los comunes en el pleno del Parlament.

El presidente del grupo del PSC en el Ayuntamiento barcelonés, Jaume Collboni, ha hecho público el rechazo de su formación a aprobar las cuentas de la capital catalana durante la visita que ha realizado a la fiesta de los Tres Tombs de Sant Andreu.

"No apoyaremos los presupuestos del consistorio porque Ada Colau ha incumplido la primera condición que le planteamos y que era que no subiera el precio del transporte público en la ciudad", ha asegurado Collboni en declaraciones a los periodistas.

A su juicio, Colau "hubiera podido evitar la subida" pero "ha optado por llevarla a cabo sin dar explicaciones".

Collboni también ha reprochado a la alcaldesa la ausencia de voluntad de diálogo y ha denunciado que persiga buscar el apoyo de las formaciones independentistas a las cuentas del consistorio a cambio del apoyo de los comunes en el Parlament.

"Los presupuestos de Barcelona no pueden ser un cromo a cambiar por el apoyo de los comunes en el Parlament", ha subrayado.

Colau, optimista

En cambio, Ada Colau se ha mostrado confiada en que encontrará los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos del consistorio para 2018 al asegurar que las conversaciones iniciadas están teniendo "buen tono".

"El acuerdo es posible", ha asegurado Colau en declaraciones a los periodistas durante la visita que ha realizado a la fiesta dels Tres Tombs de Sant Andreu.

La alcaldesa ha interpelado al conjunto de las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento, donde gobierna en minoría, a "dialogar" de manera "sincera" y "con responsabilidad", y ha recordado que las cuentas de Barcelona "son el centro del debate contra la desigualdad y acompañan la promoción de la ciudad".

Las negociaciones de los presupuestos se alargarán más de lo previsto ya que el equipo de gobierno ha convocado una comisión extraordinaria para finales de la semana que viene "para dar más días al diálogo".

La alcaldesa ha rechazado que su voluntad sea vincular los presupuestos del Ayuntamiento a la constitución de la Mesa del Parlament.

En esta línea, ha señalado que las conversaciones que mantiene con formaciones como ERC "son única y exclusivamente para la ciudad de Barcelona".

Ciutadans, en la misma línea

La presidenta del grupo municipal de Ciutadans, Carina Mejías, ha asegurado que "los comunes y los independentistas hacen un cambio de cromos entre los presupuestos municipales y la composición de la Mesa del Parlament".

Mejías, que también ha visitado la fiesta de los Tres Tombs, ha afirmado que el supuesto cambio de cromos es también un "pago de favores" por "la campaña de los comunes a favor de la DUI (declaración unilateral de independencia)".

Durante su visita a Sant Andreu, el presidente del grupo municipal de ERC, Alfred Bosch, ha rechazado, por su parte, que exista este cambio de cromos.

"Aquí no hay cromos, no intercambiamos nada de nada. Lo que hay es una voluntad de extender la mano en el ámbito institucional para favorecer la estabilidad de la ciudad", ha dicho.

En esta línea, ha subrayado que "Barcelona se merece unos buenos presupuestos" y ha pedido a Colau que negocie con determinación. 

La tesis del 'cambio de cromos' ha sido suscrita también por el PP. El presidente de su grupo municipal, Alberto Fernández Díaz, ha asegurado que "hay un pacto tácito" entre los independentistas y Colau para aprobar los presupuestos municipales de 2018.

"Colau ha puesto Barcelona al servicio de la secesión", ha afirmado Fernández Díaz. El dirigente conservador ha lamentado que la alcaldesa "se ha convertido en cooperadora necesaria del secesionismo en nuestra ciudad, y en agradecimiento, Xavier Trias y ERC, podrían aprobar los presupuestos municipales para 2018, tal y como ya hicieron en el trámite inicial".

También ha criticado que "los presupuestos de Colau confirman que Barcelona es el cajero automático de Puigdemont"