BARCELONEANDO

Comprar sin dinero

La asociación 1010 Ways To Buy Without Money lleva siete años vendiendo libros por "acciones positivas". Se han extendido por 40 países

Carlitos  ha montado una organizacion en la que se puede comprar libros sin dinero

Carlitos ha montado una organizacion en la que se puede comprar libros sin dinero / periodico

Ana Sánchez

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“Llama a tu madre y dile que la quieres”. Es el precio que marca la etiqueta del libro. Así que el comprador paga llamando a su madre sin moverse del mostrador. “Te quiero”, le suelta. “Mamá -tiene que insistir- ¡que no estoy fumado!”.    

¿Qué es más valioso -se preguntan estos vendedores-: una moneda o un abrazo? “Las cosas no son gratis -es su lema-,  pero se pueden comprar sin dinero”. Son precios que podría pagar hasta la Cenicienta antes de calzar zapatos de cristal. “Haz la conga”. “Dona sangre”. “Cuelga un cartel que desee los buenos días en tu ascensor”. “Da 10 abrazos a extraños”. “Deja post-its con mensajes positivos en la calle”. “Perdona a alguien”. “Adopta un animal”. “Esconde un tesoro”. “Da sexo oral sin pedir nada a cambio”.    

"Las cosas no son gratis –es su lema-,  pero se pueden comprar sin dinero”. ¿Sus precios? "Haz la conga”. “Dona sangre”. “Da 10 abrazos a extraños”. “Perdona a alguien”

“Todos por el hecho de levantarnos cada mañana tenemos un gran valor en nosotros mismos”, asegura Carlitos. “Las gentes de Bután lo llaman Felicidad Interior Bruta”. Es en lo que se basa 1010 Ways To Buy Without Money (1.010 maneras de comprar sin dinero). Esta asociación sin ánimo de lucro lleva casi siete años vendiendo libros sin euros de por medio. Ya se ha extendido por 40 países: de aquí a Azerbaiyán.

Sigue siendo Carlitos con 46 años. Así se llama la mitad de su compañía creativa: Carlitos y Patricia. "Carlitos González y Patricia Luján. Son dos de los directores creativos a los que se les ocurrió eso de “bienvenido a la república independiente de tu casa”, con felpudo incluido.

Para resumir su currículum en menos de cinco minutos haría falta el tipo del anuncio de los Micromachines. Son hasta ‘cactinfluencers’, se ríe él. Han montado una revista de cactus en Instagram -@cactusmagazine- que va por los 186.000 seguidores. Así, a simple vista, no parece un hombre que pinche. Tampoco se le ve peludo, pero se echa a la calle corriendo cada luna llena. Hace dos años que organiza la Full Moon Run. Sin luces, sin reloj, sin móvil. “Es correr como se corría delante de los dinosaurios”, dice. 

Altruísmo 'Do It Yourself'

“¿Quieres comprar un libro sin dinero?”. La pregunta se empezó a replicar en el Sant Jordi del 2011. Una reflexión sobre el consumo. “Sant Jordi se había convertido en el día de vender libros, no en el día del libro”, apunta Carlitos. “Volvamos a hacerlo incluyente”, pensaron. Desde entonces, montan puestos sin euros en Sant Jordi, sobre todo; en algún Lost&Found y TEDxBarcelona. Y animan a organizar “eventos Do It Yourself”. Altruísmo ‘hazlo tú mismo’. Pueden ser microeventos, dicen. “Un año en Londres se hizo con un carrito de la compra”. Recolectas libros de donaciones y la asociación te ayuda a crear un evento en Facebook, a localizar un punto de venta, a elegir precios acorde con cada libro. Así han llegado hasta Buenos Aires o Porto Alegre.

Han ganado más de 400 donaciones de sangre, 8 de órganos, cientos de llamadas para decir “te quiero” y 15 congas en público

Que nadie espere comprar a lo ‘Pretty woman’ quemando Visa ajena. Solo se vende un libro por comprador. La moraleja: "¿Realmente lo necesito?". Todos los precios -acumulan 600-700- indican una acción positiva al alcance de cualquiera. Hay hasta apartado para niños. ¿El precio más caro? “Donar sangre”. Han ganado más de 400 donaciones. Hace tres años que venden en la calle con un autobús de donación al lado. Así el pago es instantáneo.

Más de 400 donaciones de sangre -Carlitos enumera su caja solidaria-, ocho donaciones de órganos, dos animales adoptados, cientos de llamadas para decir “te quiero”, 15 congas en público, dos intentos de dejar de fumar. “Pagos sociales y felices”, que dicen.

Si no se puede pagar al momento, el comprador debe documentar el pago con una foto o vídeo. Así que la web parece un musical de Julie Andrews: gente bailando en la calle, compartiendo fruta con desconocidos, sonriendo a los vecinos. ¿Que cómo demostraron el pago de “dar sexo oral sin pedir nada a cambio”? “Con una foto previa”, se ríe Carlitos. Han presenciado hasta una declaración de matrimonio por móvil.

La tienda sin dinero

¿Su sueño? Un “Sant Jordi social”. Llenar la plaza Reial de puestos sin dinero. "Involucrando a entidades de manera más activa”, explica Carlitos. Y aún hay un “sueño final-final-final”: “La tienda sin dinero -añade el creativo-. Productos de primera mano a los que puedes acceder a cambio de hacer algo”. Se podrían comprar bebidas sin dinero, dice. Hasta un coche. “¿Por qué no?”.