PLENO MUNICIPAL

Collboni reprocha a Colau su "forma errática" de gobernar

Jaume Collboni en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona.

Jaume Collboni en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. / periodico

Toni Sust / Barcelona

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Barcelona en Comú y el PSC forman estos días en el Ayuntamiento de Barcelona una pareja rota, una de tantas, que todavía comparte domicilio. El fin de la convivencia: días de recelos y reproches, miradas dolidas. Y en este complejo contexto emocional ha empezado este viernes el primer pleno municipal que Barcelona celebra desde que la alcaldesa, Ada Colau, expulsó a los socialistas del gobierno municipal como consecuencia del ajustado resultado de una consulta interna de los comunes convocada a raíz del  apoyo del PSC a la aplicación del artículo 155 en Catalunya. Es de lógica que el abandonado esté más mosqueado que el que abandona, y así lo ha demostrado el presidente del grupo del PSC, Jaume Collboni, cuando ha calificado de “errática” la gestión del gobierno de Colau, pese a que hace dos semanas todavía la compartía.

La reunión del plenario ha empezado, precisamente, abundando sobre la ruptura entre los socios del gobierno municipal, que lo han compartido desde mayo del 2016. El resto de asistentes no han puesto excesiva sal en la herida. Los grupos que instaron a Colau a echar a Collboni, el Demòcrata  -el PDECat en el consistorio- y ERC han reiterado su voluntad de dialogar pero no de otorgar “un cheque en blanco”.

Cambios de silla

Como en toda pareja que acaba de romper, son muchos los asuntos logísticos que todavía deben resolverse. Por ejemplo, los socialistas y los comunes se han sentado todavía como si fueran socios de gobierno. No ha habido tiempo para redistribuir a los alumnos en el aula.

Todavía desde su escaño  ‘gubernamental’, el presidente del grupo del PSC, Jaume  Collboni, ha lanzado un mar de reproches a Colau: “Cuando cerramos el pacto pensé que usted pondría a Barcelona por delante de todo. Que la blindaría del contexto político catalán. Este era el contenido del pacto que suscribimos. No solo lo ha incumplido. Cometió el error de ponerlo en cuestión el momento más delicado de la política catalana y cuando los independentistas pedían que se rompiera el acuerdo. Usted ha sometido a Barcelona al proceso independentista. Ha cometido un error político. Con su decisión sitúa a Barcelona en el bloqueo y reafirma la idea que muchos tenemos de su forma errática de liderar la ciudad. El cambio era un cambio a la izquierda, no cambiar de socios cada dos años”.

Collboni ha echado en cara a Colau que no haya optado por sustituir a los socialistas por nuevos socios del PDECat y ERC: “Pasamos a la oposición y también desde allí pondremos a Barcelona por delante”. Colau no ha contestado a Collboni. La tarea ha correspondido al primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que ha explicado que la posición del PSC sobre el 155 ha obligado a tomar una decisión dolorosa: “Usted sabe que no queríamos llegar hasta aquí”. Collboni negaba visiblemente molesto.

Ciutadans ha denunciado el “estancamiento” de la ciudad, lo ha afirmado Carina Mejías, y  el jefe de filas del PP, Alberto Fernández Díaz, ha recurrido a una de sus citas tuneadas: “Nunca tan pocos lo tuvieron todo y ejercieron el gobierno de la ciudad de forma tan totalitaria”.

Puntos retirados

El escenario posruptura ha tenido consecuencias en las votaciones. El gobierno ha tenido que retirar de nuevo el proyecto de funeraria pública y la venta –imprescindible para crear la nueva sociedad- del 15% de Mémora que está en manos del consistorio para que ambos puntos no fueran rechazados. En parte, porque el PSC ya no garantiza sus cuatro votos, aunque hay que recordar que Colau ya tuvo que eliminar del orden del día esta cuestión en mayo del 2017, porque ni con el respaldo de los socialistas estaba en condiciones de reunir la mayoría necesaria. El gobierno también ha retirado el nombramiento de Eloi Badia como presidente del consejo de administración de Barcelona de Serveis Municipals en sustitución de Collboni. Según fuentes socialistas,  por no contar con la seguridad de que saldría elegido en la votación.

Lo que sí ha prosperado son las ordenanzas de cementerios y de servicios funerarios, con el apoyo del PDECat, anunciado el jueves, y de ERC. Un gesto que, pese a que ha sido justificado por su contenido, responde en parte a la promesa de los independentistas de no dejar caer a Colau si rompía con Collboni. Las nuevas ordenanzas suponen, esencialmente, garantizar un entierro gratuito a los barceloneses que no tienen recursos para costeárselo.

Collboni: “No hubiéramos aprobado el PEUAT”

El PSC ha propuesto crear una comisión no permanente que analice la situación económica de Barcelona y proponga medias extraordinarias de apoyo a al comercio, los autónomos, la restauración, además de “impulsar la revisión modificación” del  PEUAT, el plan de regulación hotelero. Es decir, todos los sectores que rechazan la gestión de Colau y que elogiaron la interlocución del PSC como socio. “Si hubiéramos gobernado en solitario no lo hubiéramos hecho”, ha dicho sobre el PEUAT, aunque ha considerado que es un activo. La comisión ha prosperado entre denuncias jocosas de que Collboni pone en duda su propia labor al frente de los tema que estudiará la comisión. Otra escaramuza previsible en los días del adiós de una pareja que se ha roto. 

Barcelona reprocha a Rajoy el vínculo del imán de Ripoll con el CNI

El pleno municipal de Barcelona ha aprobado este viernes una proposición del PDECat en relación con los atentados de Barcelona y Ripoll. En concreto, sobre el vínculo del imán de Ripoll, considerado el instigador de los atentados, con el CNI. La proposición exige al Gobierno central, “especialmente” a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, “las explicaciones pertinentes” sobre la relación entre Abdelbaki Es Satty (el imán) y el CNI. La propuesta también reclama que se precise durante cuánto tiempo se mantuvo la relación y quién era el interlocutor del imán. Pide que el Ejecutivo central aclare cuándo supo de esta relación y exige “responsabilidades políticas” ante “el escándalo y la incapacidad manifiesta del Gobierno para evitar los atentados del 17 y el 18 de agosto”. La iniciativa concluye mostrando el apoyo del pleno municipal a “la labor realizada” por los Mossos, “concretamente por sus máximos responsables, el conceller Joaquim Forn y el major Josep Lluís Trapero.  La proposición ha prosperado con el voto favorable del PDECat y de ERC, la abstención de Barcelona en Comú (decisiva para que el texto viera luz verde), del PSC, de la CUP y del concejal no adscrito, Gerard Ardanuy, y el voto en contra de Ciutadans y el PP.