La restaurada Casa Vicens de Gaudí ya luce en todo su libérrimo esplendor

El primer edificio residencial proyectado por Antoni Gaudí será, paradójicamente, la última obra del arquitecto que podrá disfrutar el público. El 16 de noviembre, 132 años después de su construcción, abrirá las puertas la Casa Vicens, la “obra manifiesto” del arquitecto, como la ha catalogado el director de la instalación, Joan Abellà, durante la presentación del proyecto museístico tras dos años de obras de restauración.

La casa sirvió durante años como vivienda familiar de verano para la familia de Manel Vicens, un agente de bolsa que hizo construir el edificio como residencia de verano en la antigua villa de Gràcia, ahora barrio de Barcelona. La naturaleza fue la fuente de inspiración del genio modernista, como se aprecia en la mayoría de su obra y también en la Casa Vicens, un alambique de vanguardia y tradición, ornamentado con toques florales.

“Abandera una libertad estilística inusitada en su época de construcción, evidencia la evolución creativa posterior del arquitecto y anticipa otros movimientos coetáneos de la vanguardia europea de finales del siglo XX", ha expuesto Abellà sobre el inmueble.

Dos años de obras

Un año después de la compra del edificio por parte de MoraBanc de Andorra, en el 2014, se iniciaron las obras de restauración, rehabilitación e integración de los elementos arquitectónicos de Casa Vicens según el proyecto de los arquitectos José Antonio Martínez Lapeña, Elías Torres y David García.

El proyecto, que ha requerido una inversión de 4,5 millones para la rehabilitación, restauración y museografía, contará con una exposición permanente en la segunda planta, así como con muestras temporales entre las que se incluirá la cesión del espacio a artistas actuales para que muestren propuestas en sintonía con la arquitectura original.