REACCIONES A UN altercado

Críticas a Colau por el enfrentamiento entre manteros y urbanos

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El enfrentamiento entre manteros y agentes de la Guardia Urbana ocurrido en la estación de metro de Plaça Catalunya de la línea 3 el miércoles ha vuelto a poner el foco sobre un fenómeno que este verano ha mantenido un perfil bajo en Barcelona. Alberto Fernández Díaz, el líder del PP en el ayuntamiento, ha denunciado una vez más permisividad del gobierno municipal con el 'top manta', lo que a su entender genera un efecto llamada y hace que la policía local "cada vez tenga más dificultades para controlar esta actividad ilegal".

El grupo Demòcrata en el consistorio, por su parte, ha pedido explicaciones al gobierno de Ada Colau por el incidente. Su concejal Jaume Ciurana ha reclamado al consistorio que explique cuál fue la actuación de la Guardia Urbana respecto a posibles denuncias y detenciones, así como las decisiones previstas para "evitar sucesos de esta naturaleza". También ha reclamado la comparecencia de los responsables de seguridad del ayuntamiento en la comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención para explicar "qué se está haciendo para combatir el 'top manta' en la ciudad".

Una visión muy distinta del altercado tienen los manteros, que a través del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes han asegurado que la policía "utiliza a los manteros para presionar al gobierno de Ada Colau". Según ellos, la alcaldesa responde con más presión "en lugar de defender los derechos de las personas migrantes y refugiadas". "Se pone del lado de la policía públicamente para no perder votos ni simpatía de nadie, aunque ella es consciente de que a quien quieren desgastar es a su gobierno".

La agrupación ha criticado que los manteros fueron "golpeados con porras y mucha violencia". No obstante, omite que los manteros se mostraron muy agresivos con los policías antes de que estos cargaran contra ellos a porrazos.

Intentó colarse

Los hechos sucedieron a las 15.25 horas cuando un vendedor ambulante intentó colarse en el subterráneo. Un vigilante de seguridad le sorprendió y le recriminó su acción. Fue entonces, según el relato de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), cuando el joven reaccionó de manera agresiva hacia el empleado del suburbano. En ese momento, varios pasajeros alertaron a la policía, mientras que el vendedor ambulante hacia lo propio con su teléfono móvil, avisando a sus compañeros de la situación para que vinieran a socorrerle

El colectivo asegura que los vendedores evitan la violencia pero que "siempre es inevitable que alguno se desespere por la injusticia de la situación". "Sobrevivir no es un delito, ser mantero, tampoco. Perseguid a banqueros, empresarios y políticos corruptos, no a los pobres", ha señalado. La nota del sindicato termina con una condena hacia todo tipo de violencia