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El Prat acumula dos semanas de zozobra

Colas en el aeropuerto de El Prat por la huelga de los trabajadores de Eulen

Colas en el aeropuerto de El Prat por la huelga de los trabajadores de Eulen / periodico

Víctor Vargas Llamas / Barcelona

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Con un motor renqueante por la huelga de los empleados subcontratados para el control de seguridad de El Prat, el aeropuerto barcelonés acumula problemas que hacen inviable que el suyo pueda ser considerado como un vuelo sin incidencias desde hace dos semanas ya. Sin el nivel de afectación que implica el paro de los trabajadores de Eulen, este lunes se ha abierto un nuevo conflicto laboral con la convocatoria para el 16 de agosto de un paro del personal encargado de velar por el control de los accesos de los trabajadores de ambas terminales y la supervisión de las instalaciones, con servicios de patrullaje por las áreas previas a la zona de los arcos de seguridad y de embarque. El balance se equilibra con la desconvocatoria de otra huelga, la del servicio de carritos de equipaje de las instalaciones, que han pactado con su empresa, Adelte, una mejora laboral del 8%. Sin tantos avances pero con mejores expectativas se ha saldado la jornada de negociaciones a tres bandas entre Eulen, los empleados de seguridad y Aena. Un progreso, no obstante, que no impide que la huelga se mantenga.

Las reivindicaciones de los profesionales que trabajan para Ilunion son muy similares a las de Eulen, responsables del control de seguridad aeroportuario y que acumulan más de 10 días de huelga de celo y tres jornadas oficiales de paro parcial. Ambos reclaman un incremento salarial en torno a 350 euros, pero la diferencia radica en que los vigilantes de Ilunion han decidido que el paro sea indefinido, de 24 horas, desde el primer día que entrará en vigor. Sin embargo, dado el cometido de estos trabajadores, la afectación sobre los pasajeros será residual, como han explicado fuentes de Aena.

Más personal

Mientras, las negociaciones entre los trabajadores de seguridad de Eulen, la empresa y Aena han agotado la tercera jornada sin que se haya alcanzado el objetivo de suspender al menos los paros parciales. Las conversaciones se reemprendían este lunes tras un encuentro de más de nueve horas el domingo en el que la empresa propuso un incremento salarial de 155 euros mensuales. Una cifra que representa algo más de la mitad que demanda el comité de huelga, que eleva su petición hasta los 350 euros, como expuso el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez. Sin embargo, las conversaciones de este lunes se han centrado en aspectos organizativos, sobre todo en relación con el refuerzo del personal de 21 personas que ofrece Eulen y de qué manera podría paliar las carencias que denuncian los trabajadores.

Giménez ha destacado que poco a poco "hay entendimiento" entre las partes, pero ha considerado imprescindible que la empresa "vaya subiendo" las ofertas hasta acercarlas a las reclamaciones de los empleados. El asesor ha aportado algo de optimismo al asegurar que las partes se encuentran "a medio camino" de llegar a un acuerdo, y que esperan poder cerrarlo en "un día, dos o cinco". Un objetivo para el que ha considerado vital la presencia de Aena, en tanto que es el responsable "de la licitación y de poner el dinero".

A la reunión han asistido el director de relaciones laborales de la Generalitat, Enric Vinaixa, la directora del aeropuerto de Barcelona, Sonia Corrochano; la directora de Recursos Humanos de la región de Levante de Eulen, Mabel Yáñez, y en representación de los trabajadores Purificación Infante, Genoveva Sierra y el propio Giménez. Los participantes se han emplazado a un nuevo encuentro este martes a las 9.00 horas.

Enfoque político

Sumido en unas negociaciones de lo más intenso, el comité de huelga se ha querido desmarcar de la politización del conflicto, con declaraciones cruzadas del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno central. Giménez ha destacado que "se está liando mucho el tema" y ha enfatizado que el protagonismo de paro es de los 350 trabajadores de Eulen.

Las declaraciones de Giménez han llegado después de que unos 50 miembros de la ANC hayan repartido folletos en el aeropuerto en los que se culpa al Estado de las colas en los filtros de seguridad y se invita a votar ‘sí’ en la consulta soberanista convocada por el Govern el 1 de octubre.

A parte de esta situación, la jornada se ha desarrollado dentro de lo que ya empieza a ser la normalidad del aeropuerto. Algo más de una hora de espera han tenido que soportar los viajeros en los peores momentos del día, especialmente en el segundo de los cuatro paros programados, entre las 10.30 y las 11.30 horas. El resto del día las colas han registrado tiempos de entre 20 y 40 minutos e incluso inferiores al cuarto de hora, la duración habitual en un día estándar en El Prat. La T-1, otra vez, ha sido la más afectada por la protesta.

Pausa con suspense

<span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">La huelga de los vigilantes del acceso de seguridad de El Prat se toma un respiro hasta el próximo viernes, día de la siguiente convocatoria de paros parciales. Al menos, oficialmente, dado que las jornadas de huelga de celo previas a la interrupción oficial del servicio también han acumulado grandes colas. El comité de huelga de Eulen ha convocado paros los viernes, domingos y lunes de agosto hasta el día 14, cuando los paros pasarán a ser totales, de las 24 horas</span>