VICTORIA VECINAL EN CIUTAT VELLA

El Cíclic se queda en el Casc Antic

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HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Pese a lo impreciso de la convocatoria -en cualquier momento, a partir de las siete de la mañana-, el barrio no ha fallado. Había mucho en juego. Varias decenas de vecinos del Casc Antic se han concentrado la mañana de este miércoles en la puerta del videoclub Cíclic, impidiendo por segunda vez que la comitiva judicial ejecutara el desahucio previsto.

Cuando David Cabrera, alma de esta particular cooperativa audiovisual, ha levantado victorioso el papel verde del juzgado en el que se leía el esperado "aplazado", los aplausos, abrazos y lágrimas de emoción han sido (casi) inevitables. Y es que los vecinos no estaban allí solo para salvar el videoclub de cine de independiente de referencia de la ciudad, que también. Defendían un barrio, un modelo de ciudad en serio peligro de extinción.

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"En el Cíclic se genera comunidad. Mientras recorres las estanterías siempre hay una vecina que te recomienda una película, que te explica una historia; es uno de los pocos espacios que quedan donde los vecinos no somos unos extraños", cuenta una vecina. Sí, una de las emocionadas en la puerta, entre gente del mundo de la cultura y los habitantes del mismo edifico que se levanta sobre el videoclub, quienes también se han atrincherado para defender tanto lo que es el Cíclic hoy -un videoclub con 15.000 títulos-, como lo que quiere ser, un cine de barrio y una videoteca popular con un trabajado proyecto social. Ha acudido incluso, desde la otra punta de la ciudad, el propietario del Deuvedés, otro de los pocos videoclubs que sobreviven en la ciudad, en su caso en la también gentrificada Gràcia. 

"Lo que siempre hemos tenido claro es que este proyecto tiene que quedarse en el barrio; y los vecinos tienen claro que aquí no quieren otro local para turistas", señala Cabrera. El Casc Antic, donde resiste el Cíclic, es uno de los barrios más castigados por la sustitución de comercio de proximidad por negocios destinados al ocio y el turismo.

VICTORIAS Y DERROTAS

De hecho, la victoria vecinal de este miércoles se producía a pocos metros del macrohotel que Nuñez y Navarro está acabando de construir en la misma calle, tocando a Lluís Companys, una de las derrotas del tejido vecinal del barrio más sonada de los últimos tiempos. La última.  

Tras parar el desahucio, esta misma tarde abrirán un 'crowdfunding' para reunir el dinero que necesitan para alquilar un local alternativo en el mismo barrio, donde trasladar el material y abrir el cine de barrio. "Solo necesitamos tiempo", concluye Cabero, emocionado con la respuesta del vecindario, quien ha despedido uno a uno con un abrazo a todos los vecinos. Cosas que, pese a todo, aún pasan en Ciutat Vella, y que personas como Cabrera van a luchar para que sigan pasando.   

APOYO A LA ECONOMÍA SOCIAL

Fuentes municipales aseguran que desde el gobierno consideran "muy interesante" esta iniciativa y, por este motivo, "les están apoyando en todo lo que está a su alcance como administración pública", ya sea desde el distrito de Ciutat Vella como desde Barcelona Activa

El municipio ha puesto a su disposición un abogado de la Oficina de la Vivienda que les está asesorando en todo lo relacionado con el impago del alquiler del local, intentando (sin éxito) llegar a un acuerdo con la propiedad. Además, a través del servicio de atención a proyectos de economía social y solidaria de la Oficina de Atención a las Empresas, se les ha ayudado con las gestiones y los trámites para solicitar una subvención de la convocatoria 'Impulsem el que fas' que se promueve desde Barcelona Activa y está dotada con 1,3 millones.