PROYECTO GAFADO

Colau aboga por rescindir el contrato de las obras de las Glòries

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TONI SUST / BARCELONA

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Nuevo capítulo en la tragedia griega de la plaza de las Glòries. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, ha afirmado este jueves que el Ayuntamiento de Barcelona es partidario de rescindir el contrato de las obras de la primera fase del túnel de Glòries y abrir un nuevo concurso, lo que conllevaría parar los trabajos de 10 a 12 meses. La edila ha explicado que los informes encargados por el consistorio sobre las obras contemplan la posibilidad de rescindir el contrato a la vista del retraso acumulado.

Sin embargo, Sanz no ha dado por hecho que la rescisión se vaya a efectuar, porque, ha dicho, el gobierno municipal buscará el consenso con el resto de grupos municipales para tomar la decisión. La alternativa a romper el contrato sería una modficación de la planificación actual. "Queremos un proyecto nuevo", ha subrayado Sanz, que considera que eso es posible tanto si se toma una vía como la otra. En todo caso, ha afirmado que ahora es el momento de tomar una decisión, justo cuando va acometerse el túnel que discurrirá por debajo de dos galerías de ADIF, cuya complejidad técnica es uno de los mayores problemas de la reforma de la plaza, si bien parece tarde ya para que sea replanteado. 

A MOJARSE TODOS

Para buscar ese consenso político, se convocara una comisión extraordinaria de Urbanismo el lunes por la tarde en la que se votará si se opta por la rescisión. Es decir, que el gobierno municipal no quiere por ahora dar el paso en solitario, un paso relevante, porque castigaría un año más, o casi, a los vecinos. Así que el equipo de Ada Colau opta por que se moje todo el mundo, pese a que está en su mano elegir el desenlace.

En la comisión, el gobierno presentará una proposición en el sentido de rescindir el contrato, pero se trata de un debate político no vinculante. Superada esa prueba, llegará el siguiente paso, el definitivo: la convocatoria de un consejo de administración de la empresa municipal BIMSA, que es la que tomará la decisión final, que no tiene que pasar por el pleno municipal. El consejo está integrado por nueve representantes del gobierno y uno por cada grupo, lo que faculta a Colau para decidir en solitario.

LITIGIO EN CIERNES

Sanz ha explicado que parte del retraso en las obras, en concreto siete meses del total, es imputable a las empresas, y que el informe jurídico indica que eso es motivo suficiente para rescindir el contrato. Si este no se rompiera, si solo se modificara, ha añadido, a la vista de los incumplimientos actuales cabría una sanción de hasta 12 milones de euros para los contratistas. La teniente de alcalde ha afirmado que no está claro qué multas podrían imponerse si se rescinde el contrato. Pero el gobierno municipal da por hecho que en ese caso, el asunto acabaría en un litigio legal entre el consistorio y los contratistas (Comsa, Copisa, Arno y Rogasa).

Las obras de Glòries acumulan un retraso de 19 meses y un sobrecoste de 12 millones de euros respecto al presupuesto inicial de 60 millones (de los que ya se han invertido 40), según se desprende de una auditoría que se dio a conocer el pasado 23 de marzo y que ponía sobre la mesa numerosas irregularidades.

COMISIÓN DE SEGUIMIENTO

Sanz ha comparecido después de la reunión de la comisión de seguimiento de Glòries, en la que ha comentado la situación con representantes de los vecinos y con los grupos municipales, que abandonaban el encuentro subrayando que el gobierno municipal ha optado por intentar que la decisión de romper el contrato se tome de forma coral. Dicho de otro modo: alguien ha llamado cobarde a alguien.

Los grupos han reaccionado ante la comparecencia de Sanz. El grupo Demòcrata, que impulsó el proyecto cuando gobernaba, en el mandato de Xavier Trias, ha pedido conocer en detalle las consecuencias de una posible rescisión de contrato en coste y en calendario, para lo que reclama una reunión urgente de los presidentes de grupo. Ciutadans ha exigido que las obras no se detengan y ERC, por boca de su jefe de filas, Alfred Bosch, ha criticado que el gobierno busque ahora el consenso "con prisas para buscar un aval para la rescisión", una posibilidad en la que el republicano ve riesgo de "opacidad". Por el PP, Alberto Fernández Díaz también pide conocer cómo afectaría en dinero y en tiempo una modificación o rescisión del contrato: "El gobierno pretende que en tres días tomemos decisiones precipitadas sobre una de las obras más importantes de la ciudad".

Fuentes de los grupos destacan la indignación por verse obligados a tomar una posición el lunes por la tarde sin la suficiente información. No está nada claro que acaben respaldando la proposición que se presentará en la comisión extraordinaria.

LOS VECINOS

Salvador Clarós, miembro de la asociación de vecinos del Poblenou, la decisión no le coge por sorpresa. “Me imaginaba que acabaría pasando algo así -admite-, porque cuando algo es una chapuza desde el primer día, las cosas suelen acabar mal”. Este afectado por las obras del túnel considera que el gobierno de Colau, con la posible rescisión del contrato, opta “por curarse en salud y dejar de meter más cemento sobre algo que no se aguanta”. “La pregunta que debemos hacernos es cómo hemos llegado hasta aquí”, concluye.