LLEGADA DE SUS MAJESTADES A BARCELONA

Los Reyes piden a los niños ayuda contra la contaminación

El rey Melchor, con un sospechoso parecido al concejal Jaume Collboni.

El rey Melchor, con un sospechoso parecido al concejal Jaume Collboni. / periodico

TONI SUST / BARCELONA

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Los Reyes Magos han llegado a Barcelona para repartir regalos en todos los hogares de la ciudad y, también, para pedir a los niños que ayuden a los mayores en diferentes frentes que consideran cruciales para el futuro: los efectos del cambio climático y la lucha contra la contaminación, y la acogida a los refugiados.

Así lo ha asegurado Melchor en el discurso que ha hecho en su nombre y en el de Gaspar y Baltasar, al ser recibidos por la alcaldesa, Ada Colau, que les ha entregado el pan y la sal, signos de acogida, y la llave que abre todas las puertas de la ciudad a sus Majestades. Cientos de niños con sus familias esperaban en el Moll de la Fusta a la comitiva real, a la que han jaleado a su llegada.

Tras bajar del paquebote Santa Eulàlia, Melchor ha agradecido a la alcaldesa su “cálida y náutica acogida” y le ha explicado que en sus alforjas los Reyes han traído “sacos llenos de aciertos” para los gobernantes de la ciudad. “Aciertos para gobernar con humildad y responsabilidad. Para gobernar pensando en lo que es mejor para los barceloneses, para los niños”. En definitiva, solo le ha faltado instar a Colau a que practique la geometría variable y busque pactos sobre temas relevantes para la ciudad con grupos del consistorio con los que hasta ahora no lo ha hecho.

NIÑOS DE PAÍSES EN CONFLICTO

Melchor, que guardaba un parecido considerable con el segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, se ha dirigido entonces a los protagonistas de la jornada, los niños. Les ha pedido ayuda en diferentes campos. De entrada, ha recordado que Baltasar viene del “cálido corazón de África", Gaspar -quien a su vez se asemejaba al periodista radiofónico Jordi Basté-, "de los helados pies del Himalaya", y él del “convulso Oriente Próximo”, y ha subrayado que en diferentes puntos del planeta hay conflictos que afectan a adultos y menores, que se ven obligados a abandonar sus hogares e irse a otro país.

“Ellos también merecen ser felices, tener sueños. Por eso os pedimos que cuando los tengáis cerca, compartiendo la vida en vuestro barrio, los acojáis tan bien como hacéis con nostros”, ha pedido el Rey Mago.

“La otra preocupación que tenemos es este tiempo de primavera que nos acompaña muchos días de invierno”, ha proseguido Melchor, que ha dicho que aunque entiende que a muchos niños les gusta no tener que abrigarse, el motivo no es bueno: “Más que contentos por este buen tiempo, lo que toca es estar preocupados. El cambio climático es la consecuencia de haber hecho mal las cosas durante mucho tiempo”.

RECICLAJE, TRANSPORTE PÚBLICO

Para ayudar a combatirlo, ha pedido a los niños que estimulen el reciclaje en casa, que informen de cómo debe hacerse a los que no lo sepan y que convenzan a los mayores de que utilicen el transporte público: “Y tenéis que seguir pidiéndonos bicicletas, para vosotros y para vuestros padres”. Los Reyes Magos han enviado saludos a los niños que no han podido acudir a la cabalgata por estar enfermos y han dado paso al inicio del desfile por la ciudad.

Colau ha hecho un sucinto discurso de recibida en el que ha pedido a los Reyes en nombre de los niños que no haya más guerras. La alcaldesa ha aludido a los menores que viven en países en los que la dificultad y la violencia son la norma: “Ofrecemos nuestra ciudad para acoger a los niños refugiados”. Colau ha aludido también a problemas que no solo se dan en tierras lejanas, y ha proclamado la necesidad de luchar contra situaciones que se dan en no pocos hogares: “Ningún niño debería quedarse sin luz, sin hogar, sin comida y sin regalos”.

Acabados los parlamentos, los Reyes se han dirigido a los vehículos que debían trasladarlos al punto de inicio de la cabalgata, en la Ciutadella. No les ha sido fácil. Cientos de niños gritando de puntillas los reclamaban a su paso, en el tramo que separaba el punto de llegada del aparcamiento.

La verdad es que a tenor de lo que se escuchaba, Melchor era el más reclamado, aunque no eran pocos los que intentaban que se les acercaran Gaspar y Baltasar. Este último, que se parecía mucho al guineano Severino Baita, empleado del consistorio, ha suscitado incluso la presencia de un grupo de varios niños entusiastas que mostraban pancartas que los identificaban como miembros del club de fans del Rey negro.